...
Era una tarde gris, plomiza. Una incesante lluvia caía en el
exterior de la cafetería. Raúl no hacía más que mirar el reloj.
Había quedado con una antigua compañera que la localizó por el
facebook, y no acertaba a saber porque habia aceptado esa invitación.
Hacía mucho tiempo que no la veía, y, la verdad, no veía ningún
sentido a aquello.
La
recordaba como una niña regordeta, con ese acné que castiga tanto
el rostro de muchos adolescentes. No era guapa, pero tenía cierto
atractivo, acentuado por que era algo alta.
Durente
los años de bachillerato hubieron ciertos escarceos. Que si ... que
no ... pero nada definitivo. Pero siempre hubo encuentros de las
miradas a escondidas ... cómo si no quisieramos delatarnos el uno al
otro ...
Estando
sumido en esos pensamientos, cuanto entró por la puerta. Seguía
siendo alta, muy delgada, pero ahora mucho más esbelta. Con peinado
de peluquería recién hecho, se acercó a mi mesa y me besó en la
mejilla ...
¿que
tal andas Raúl?.
Me
quedé perplejo ante lo que estaba viendo. Esa chiquilla del
instituto era ahora una mujer muy atractiva, y extraordinariamente
bien vestida.
¡Hola
Elisa!. Me alegro de verte. Cuanto tiempo ...
Se
sentó frente a mi y, dirigiéndose al camarero, pidió una copa.
¡Por
favor! ¡sírvame lo mismo que a él!.
Nos
miramos durante unos segundos, y nos sonreimos. Me empezaba a gustar
la idea de haber quedado ...
Te
preguntarás Raúl el motivo de haberme citado contigo. La verdad,
desde que te pude localizar a través del grupo del instituto, tenia
muchas ganas de verte. Espero que a ti también te guste la idea ...
Yo
seguía viéndola bastante sorprendido. Su voz sonaba suave, pero con
firmeza. Desde luego, nada de la niña dubitativa de hace tantos años
...
... hace unos meses que me he separado de mi exmarido Raúl, y con
hijos ya mayores, quiero volver a llenar ese vacio que es mi vida
poco a poco, y volver a recuperar viejos amigos ...
Yo
la seguía eschuchando atentamente, con mi mirada fija en esa
preciosa sonrisa que delataba que sabia perfectamente lo que quería
y cómo conseguirlo ...
Hizo
una pausa, y aproveché para tomar un sorbo de mi bebida. Una vez
dejé el vaso en la mesa, me dispuse a hablar ... pero ella siguió
hablando y me acarició levemente mi mano ...
¿y
que es de tu vida Raúl?. Me comentó Marina que tú también te
habías separado ... y que no tuvisteis hijos ...
...
pues si ... - acerté a decir entre tartamudeos -. Gloria y yo nos
llevamos 15 años juntos muy buenos, pero al aparecer una tercera
persona todo se estropeó ... tú sabes ...
Esta
vez no se limitó a acariciarme la mano, y, estrechándomela entre
las suyas, me dijo:
¡me
gustaría que me dieses una oportunidad! Sabes que siempre ha habido
cierta química entre nosotros, y yo no te he olvidado del todo ...
espero que tú pienses lo mismo ...
En
ese momento, y a pesar de que el local estaba bastante concurrido, se
levantó de su asiento para sentarse a mi lado.
Se
acercó a mi, y en ese momento me dí cuenta de que si me sentía
algo atraido por ella ... una búsqueda de las miradas ... un
encuentro fugaz de los labios ... sin apenas rozarse ... lo que pudo
haber sido ... y no fue ... y podrá ser a partir de ahora ... ¿quién
lo sabe?
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